La arquitectura biofílica
Agosto 14 de 2020
La arquitectura biofílica es una de las últimas tendencias en el diseño urbano y arquitectónico que propone integrar en su trabajo las características principales de la naturaleza como luz natural, ventilación, materiales nobles y vegetación.
La biofilia se define como el nivel en el que los seres humanos se conectan con la naturaleza y con otras formas de vida. No es un término nuevo. Durante millones de años, el hombre se ha relacionado con su entorno y ha creado una necesidad de estar en contacto con la naturaleza y los seres vivos. Sin embargo, las urbanizaciones han degradado el medio ambiente rompiendo la conexión y separándonos de nuestra esencia.
Como respuesta a esta ruptura, ha nacido la arquitectura biofílica, una nueva tendencia que incorpora elementos de la naturaleza en sus diseños urbanos o interiores para que el ser humano y la naturaleza se reconecten.
Dado que el bienestar es multifactorial, a medida que mejoramos nuestro entorno, la salud también presenta cambios beneficiosos. Así, tener a la vista elementos de la naturaleza tanto en espacios cerrados como abiertos mejora la salud y el bienestar de las personas y tiene grandes beneficios. En las oficinas, por ejemplo, se ha observado lo siguiente:
- un incremento en la creatividad y eficiencia de los trabajadores
- un aumento en la capacidad de aprendizaje
- una disminución del estrés
- creación de lazos de sociabilidad
- mayor sentido de comunidad
En la arquitectura y el diseño biofílico deben de considerarse los siguientes factores:
Conexión visual con la naturaleza
Para que la conexión logre estimular todos los sentidos, es necesario que el diseño cuente con luz natural, plantas naturales, madera, agua y piedras.
Estímulos sensoriales: viento, sol, aromas y el canto de los pájaros.
La conexión también puede ser a través de los sentidos. Ya sea olfativa, táctil o bien creando estímulos que nos refieran a procesos naturales.
Sensación térmica confortable y flujos de aire natural.
Lo ideal es mantener los espacios tan abiertos como sea posible, o bien, que den la sensación de estar en un lugar abierto y que el aire fluya de manera natural.
Presencia y sonidos de agua o fuego.