El aluxe
Septiembre 4 de 2021
El aluxe o alux’Ob (cuyo significado es geniecillo del bosque, duende o enano milenario) es un ser de la mitología maya. Habita, según la tradición oral, en las regiones de Guatemala, Belice y México, principalmente en los estados de Campeche, Chiapas, Quintana Roo y Yucatán. Este duendecillo fue representado en templos mayas como el de Yaxchilán, en Chiapas, y el templo escalonado de Nohoch Mul, en Cobá, Quintana Roo.
Existen diferentes versiones sobre el origen del aluxe: por un lado, se dice que es un espíritu de la naturaleza y el primer poblador de la tierra; que existió incluso antes que el sol; por otro, cuentan que es el espíritu de los niños muertos antes de la conquista española.
El aluxe, travieso por naturaleza, tiene apariencia de anciano, estatura de niño y rasgos indígenas. Usa una especie de sombrero y alpargatas hechas con fibras naturales como la palma.
Los brujos o sacerdotes mayas creaban un aluxe “por encargo”, durante una ceremonia que tardaba siete semanas, ya que solo se podía llevar a cabo los viernes.
El duende medía un poco menos de 50 centímetros de estatura y era creado a partir de barro virgen, procedente de las cuevas donde no había entrado mujer alguna. Se mezclaba con nueve gotas de sangre de quien fuera a ser su amo para establecer un fuerte vínculo entre ambos.
Después de la ceremonia, el amo levantaba un altar en algún lugar escondido. Dejaba ahí a su aluxe y le dedicaba oraciones y ofrendas para que éste cobrara vida por la noche para cuidar de sus animales y tierras.
Al morir su amo, el aluxe queda al servicio de Yum-Kaax, dios del maíz, aunque seguirá protegiendo la propiedad de su amo. Si por casualidad llega un nuevo propietario, seguramente le hará maldades: maltratará a sus animales, cultivos y hasta podría robarle sus pertenencias, hasta que el nuevo dueño le ofrezca oraciones y ofrendas que contengan pozol y maíz.
Este ser mitológico se comporta según el trato que recibe, busca llamar la atención, pero muy pocas veces se deja ver ya que es muy ágil y ligero. Eso sí, puede jugar con los niños. También le gusta bailar alrededor del fuego; toca instrumentos parecidos a la trompeta y hasta llega a tener un perro de barro, igual que ellos.